quarta-feira, 29 de janeiro de 2014

El espejo de Ucrania


Veintitrés años después de la independencia, las calles del centro de Kíev son escenario de una batalla campal entre los partidarios de una Ucrania más occidental y un régimen político de base rusófila, de nuevo cautivado por Moscú, que controla el grifo del gas. Ucrania no es un lugar marginal. Es el bajo vientre de Rusia. Posee Crimea, pieza fundamental para el control del Mar Negro, donde se desarrollan equilibrios regionales muy delicados: el renacimiento de Turquía, el avispero del Cáucaso, los corredores energéticos que salen al Mediterráneo por el Bósforo y los Balcanes. Ucrania posee Crimea y linda con Polonia, otra nación importantísima para el futuro de la Unión Europea. Ucrania es un espacio fundamental en la definición de los mapas del futuro.

Enric Juliana
El mapa que encabeza este artículo fue editado en San Francisco en 1877 por un dibujante satírico llamado Fred Rose. Es un mapa posterior a la guerra de Crimea (1853-1871) y a la guerra franco-prusiana (1870-71). Rusia aparece caricaturizada como un pulpo que intenta desplegar sus tentáculos sobre el Imperio Otomano, el Báltico y las dos fuerzas centrales: la Prusia militarista y el Imperio Austro-Húngaro. Francia es un viejo militar con un catalejo. Gran Bretaña, un comerciante atento a lo que ocurre en el continente, con un escocés sobre sus espaldas. Italia es una niña traviesa que juega con la figura del Papa. Y España –atención-, una figura sentada de espaldas a Europa. Nada de lo que ocurre fuera le interesa. Está en lo suyo (1877. Reinado de Alfonso XII, después de la caída de la Primera República. Gobierna Antonio Cánovas del Castillo. Constitución recién aprobada. Fin de la tercera guerra carlista y precaria paz en Cuba).
Los mapas están de moda y hay que documentarse. Viendo este raro ejemplar de la cartografía satírica, he recordado una interesante conversación en Madrid, hace ahora más de seis años. Otoño del 2008. Charla coloquial con un diplomático de un importante país europeo, en estos momentos en un nuevo destino, fuera de España. Estábamos viviendo la primera de las pesadillas de la actual crisis. La quiebra de Lehman Brothers -15 de septiembre- había estado a punto de provocar el colapso todo el sistema financiero internacional. Se sucedían a ritmo frenético las reuniones de los gobernantes europeos y José Luis Rodríguez Zapatero no había tenido más remedio que apearse del negacionismo de la crisis (el PSOE aún no se ha repuesto de aquella insensatez). Dijo el diplomático: "Esta crisis puede tener efectos devastadores para Europa. Habrá fractura social, crecerán las diferencias de renta entre los grupos sociales y los territorios. Asistiremos a fuertes tensiones regionales; no sólo en aquellos lugares donde ya existen desde hace tiempo. Habrá regiones europeas que querrán desvincularse de sus estados nacionales creyendo que así podrán afrontar mejor las consecuencias de la crisis. En España me temo que esas tensiones van a ser particularmente importantes. Desde la perspectiva de mi gobierno, la única salida estratégica es ir a la creación de un gran espacio socioeconómico con Rusia. Sólo desde una escala mucho más grande, Europa podrá seguir manteniendo cierto peso en el mundo y controlar sus tensiones internas. Pese a los problemas políticos existentes, Europa tiene que acercarse a Rusia. Y para ello me temo que tendremos que sacrificar Ucrania. Ucrania acabará siendo para los rusos".
Invierno de 2014, seis años después. Gran Bretaña se prepara para la celebración de un referéndum sobre la independencia de Escocia. Catalunya pide seguir el mismo camino y el Gobierno español se lo niega. El País Vasco oscila entre la inflamación y la calma, tras el eclipse de ETA, que aún no se ha disuelto. El resultado del referéndum escocés –en estos momentos parece prevalecer el no a la independencia- tendrá efectos importantes en el continente. Bélgica se mantiene en un precario equilibrio interno. La la Liga Norte padana intenta levantar cabeza tras su matrimonio con Silvio Berlusconi, en una Italia que se dirige a la reforma constitucional, con la posible transformación del Senado en cámara territorial. En Francia, manda París, el presidente ocupa la prensa del corazón y la crisis provoca la reaparición del regionalismo bretón, con la protesta de los gorros rojos motivada por una subida en los impuestos sobre los carburantes. Lema de 'les bonnets rouges': "Vivir, decidir y trabajar en Bretaña". 
El diplomático acertaba. Seis años después, Europa no se rompe en mil pedazos, pero hay estrés regional en muchos estados nacionales. Los focos de reivindicación territorial son hoy más potentes que hace seis años. Es un movimiento en doble dirección. En zonas muy debilitadas por la crisis, el regionalismo se pliega en favor del estatalismo: la gente teme quedar fuera del manto protector del Estado y no quiere cambios, ni discusiones que pongan en riesgo el actual reparto. Donde la crisis es fuerte, pero la sensación de autosuficiencia política y económica es mayor, el movimiento de opinión es la inversa: deseo de más autonomía, cuando no de independencia. Un Estado propio para hacer frente a la indeterminación de los nuevos tiempos. Surgen nuevos programas de máximos. Los casos de Escocia y Catalunya seguramente son hoy los más ilustrativos al respecto. Palabras del mismo diplomático, meses después de aquella primera conversación. "Si una mayoría de catalanes llegase finalmente a la conclusión que con independencia viviría mejor, España tendría un serio problema". Seis años después, ese escenario parece tomar cuerpo. La indivisibilidad de España, en el centro del debate político. Seis años después de la quiebra de Lehman Brothers y de las sucesivas oleadas de miedo que han barrido buena parte de Europa.
Seis años después, Ucrania está en llamas y se dirime entre Rusia y la Europa germanizada. La policía repele con violencia las manifestaciones en el centro de Kíev de los ucranianos proeuropeístas que repudian el definitivo giro prorruso del primer ministro Victor Yakunovich, al rechazar un tratado comercial preferente con la UE. La facción más radical de los manifestantes responde con violencia a la policía y a los matones que ha movilizado el poder para amedrentar a los opositores. Los opositores moderados tratan de desmovilizar la violencia, pero los alrededores de la plaza Maidan se han transformado en escenario de la barbarie posmoderna.
Bajo un frío atroz, la policía antidisturbios se enfrenta a un ejército que intenta ser simétrico: hombres protegidos con cascos y escudos, dispuestos a la lucha cuerpo a cuerpo. La fotografía de un manifestante con armadura medieval ha dado la vuelta al mundo.
La dureza del nuevo desorden europeo se pasea estas semanas por de Kíev. El panorama es tremendo. Mientras en algunos rincones de la Europa occidental, importantes segmentos de las clases medias y populares sueñan con vivir dentro de una burbuja impermeable que ponga a salvo el bienestar acumulado, adhiriéndose a discursos populistas y anti Unión Europea; en Kíev, hay personas que mueren por querer pertenecer a Europa. Un gran drama.
Ignoro si aquel diplomático que pensaba en una Europa desde Lisboa hasta más allá de los Urales, sigue creyendo, en su nuevo destino, que Ucrania es el precio a pagar por un gran espacio económico euroasiático. No sé si esta sigue siendo la doctrina de su país.
Rusia, renacida de las cenizas del comunismo, no quiere reparto de influencias en Ucrania. Después de ver cómo la OTAN avanzaba hacia las puertas de Moscú, tomaba el Báltico y se aproximaba al Mar Negro desde Rumania y Bulgaria, Rusia intenta recomponer todo lo que pueda del antiguo glacis soviético. Recomponer el espacio vital de la Rusia imperial. Logró retener Bielorrusia, donde sigue en pie un régimen totalitario. Y Ucrania, oscila dramáticamente. La 'revolución naranja' del 2004, de Victor Yushenko y Yulia Tymoshenko, fuertemente animada por los medios de comunicación occidentales, estuvo a punto de alejar Ucrania de Rusia. La protesta se inició con una denuncia de fraude electoral. Se repitieron las elecciones presidenciales y Yushenko las ganó. Nombró primera ministra a Tymoshenko, el rostro más popular de la protesta. La mujer de las bellas trenzas rubias; 'La princesa del gas'. Propietaria de una importante empresa de importación de gas ruso. Millonaria, enriquecida durante el desbarajuste posterior a la disolución de la URSS. Perfil de oligarca en Moscú. Perfil democrático en la prensa occidental. Fue tumbada por una moción de censura y hoy se halla en prisión acusada de fraude en la importación de gas ruso. La quitaron de en medio. Yushenko, que no siempre se entendió bien con Yulia Tymoshenko, logró presidir el país entre 2005 y 2009, pero las siguientes elecciones presidenciales las ganaría su rival Víctor Yakunovich. La ola naranja marchitó y el partido prorruso le dio la vuelta a la situación. Yaknukóvich es un duro. Durante el periodo soviético fue encarcelado dos veces: cinco años de cárcel por pertenecer a una banda llamada 'Pinovka'. Este es el hombre que hoy gobierna Ucrania. En el lado contrario, en estos momentos destaca la figura del exboxeador, Vitali Klitschko, alias Doctor Puño de Hierro, campeón mundial de los pesos pesados en 2008. Líder de la Alianza Ucraniana para las Reformas, Klitschko es hoy considerado por los observadores como el hombre de la Unión Europea en la capital ucraniana. Más concretamente, de Alemania. El protegido de Berlín en Kíev.
Ucrania está virtualmente partida en dos, porque pertenece históricamente a ambos mundos, a Rusia y al imperio central europeo. Lo que hoy conocemos como Ucrania (krajina, en eslavo significa país, pero también tierra de frontera) hace un siglo formaba parte de Rusia y del Imperio Austro-Húngaro. La Rusia del Zar poseía las regiones orientales y la península de Crimea, originalmente controlada por los tártaros. La Galitza, por el contrario, era la región más septentrional del Imperio Austro-Húngaro, bajo el directo control de Austria y con una notable autonomía. (Los húngaros no eran tan flexibles en los territorios bajo su dominio). La Galitza aparece como un lugar lejano, un confín del Imperio, en algunas de las más celebradas novelas de Joseph Roth: La marcha Radetzky y de La cripta de los capuchinos. Colindante con la Galitza, está la región de Podolia, donde nació, hijo de una familia polaca, el novelista Joseph Conrad, autor de El corazón de las tinieblas, una grandísima novela sobre el colonialismo.

En la Primera Guerra Mundial, tres millones de ucranianos lucharon con el ejército ruso y unos doscientos cincuenta mil lo hicieron con las tropas del Imperio Austro-Húngaro. Al concluir la carnicería, todo ese mosaico queda desparramado sobre el mapa centroeuropeo, sumergido en una lucha de facciones muy difícil de reconstruir. Los comunistas han tomado el poder en Rusia (1917) e intentan reagrupar todo el territorio ucraniano en una república popular de nuevo cuño. Los anarquistas ponen en pie un ejército autónomo, formado básicamente por campesinos, el denominado ejército negro (Ejército Revolucionario Insurreccional de Ucrania), que acabará enfrentado con los bolcheviques.
A la ciudad ucraniana de Odessa pertenece una de las más interesantes escenas de la historia de cine. 'El acorazado Potemkin', de Serguei Eisenstein. La escalera de Odessa cuando los cosacos disparan contra la multitud, durante la primera revolución de 1905.
De aquella época vienen los colores para identificar a las distintas facciones ucranianas en lucha: el ejército rojo (bolcheviques), el ejército negro (anarquistas y fuerzas campesinas), el ejército blanco (zaristas contrarrevolucionarios) y el ejército verde (nacionalistas ucranianos). Todos contra todos. Finalmente ganaron los bolcheviques y se constituyó la República Socialista Soviética de Ucrania, una de las entidades fundadoras, en 1922, de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Concluida la guerra civil, la parte más occidental pasó a formar parte de Polonia. La guerra dejó un saldo de un millón y medio de muertos. Pero el sufrimiento aún no se había acabado.
La aceleración de la industrialización soviética, la colectivización de la tierra ordenada por Stalin y el incremento constante de las cuotas de producción, provocaron en Ucrania una hambruna en la que se calcula que murieron más de tres millones de personas. Sequía, ineficacia, caos, apego a la pequeña propiedad y una política criminal y deliberada de Stalin para provocar la penuria (toda una cosecha de trigo fue vendida en el mercado internacional a precios muy bajos) para castigar al campesinado que identificaba la colectivización con el regreso a la servidumbre.
Apenas superada la hambruna, vino la invasión alemana. El mosaico ucraniano o ruteno se volvió a desbaratar con el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes ocuparon Ucrania como primer paso para la conquista de Moscú. En el sitio de Kíev, más de 600.000 soldados soviéticos murieron o fueron hechos prisioneros por los alemanes. En la Ucrania occidental hubo una inicial simpatía por los alemanes, formándose un Ejército Insurgente Ucraniano que luchó junto con los nazis. Estos, sin embargo, mantuvieron el colectivismo y desataron una feroz persecución de los judíos, especialmente numerosos en la antigua Galitza (el zarismo había expulsado a miles y miles de judíos a la periferia del imperio). Los nazis alentaron los pogromos por parte de la población local. Los judíos eran identificados con el sovietismo. La Organización de Nacionalistas Ucranianos fue una parte muy activa de los mismos. Los pogromos de Tarnopol, Brzezany y Lvov fueron terribles.
Todos los comisarios soviéticos detenidos eran ejecutados de inmediato, por orden de Hitler, en la suposición de que todos ellos eran judíos. Las barbaridades cometidas en el campo de concentración de Janowska hielan la sangre. Se calcula que cuatro millones de ucranianos murieron en el campo de batalla, formando parte del Ejército Rojo. Acabada la guerra y muerto Stalin, Ucrania fue tratada con atención por Nikita Kruschev. Recuperó la península de Crimea, base de la flota soviética en el mar Negro y célebre lugar de vacaciones de toda la cúpula soviética y de muchos dirigentes comunistas internacionales. El sucesor de Kruschev, Leonid Breznev había nacido en Ucrania. La República Socialista Soviética de Ucrania acabó siendo una de las economías más dinámicas de la URSS. En 1991, tras el colapso soviético, el 90% de la población votó a favor de la independencia.
Veintitrés años después de la independencia, las calles del centro de Kíev son escenario de una batalla campal entre los partidarios de una Ucrania más occidental y un régimen político de base rusófila, de nuevo cautivado por Moscú, que controla el grifo del gas. Ucrania no es un lugar marginal. Es el bajo vientre de Rusia. Posee Crimea, pieza fundamental para el control del Mar Negro, donde se desarrollan equilibrios regionales muy delicados: el renacimiento de Turquía, el avispero del Cáucaso, los corredores energéticos que salen al Mediterráneo por el Bósforo y los Balcanes. Ucrania posee Crimea y linda con Polonia, otra nación importantísima para el futuro de la Unión Europea. Ucrania es un espacio fundamental en la definición de los mapas del futuro. Crimea ya fue escenario de una gran guerra, a mitad del siglo XIX, en la que estuvieron en juego todos los equilibrios europeos. Una guerra moderna en la que, por primera vez en Europa, tuvieron relieve las crónicas de los enviados especiales. La perdió Rusia y contribuyó a poner las bases de la Primera Guerra Mundial
Veo las imágenes de televisión de Kíev y no puedo quitarme de la cabeza las palabras de aquel embajador en Madrid: "Seguramente tendremos que entregar Ucrania".
Demasiado sufrimiento acumulado. Hay en Ucrania un fondo terrible que no parece haberse apagado. Hace unos días, uno de los manifestantes detenidos por la policía fue obligado a desnudarse sobre la nieve. Mientras era vejado, uno de los policías le fotografiaba y grababa con un teléfono móvil.
En el pogromo de 1944 en Lvov, alguien fotografió a una mujer judía, medio desnuda, mientras huía aterrorizada de la turba. Una imagen y otra nada tienen que ver, pertenecen a épocas y a sucesos de distinta naturaleza, pero son reflejo de un fondo terrible. Más allá de la política y las instituciones respetadas, el descontrol y el sadismo. Tierra de frontera, tierra de dolor.



Enric Juliana – Jornalista – 26.01.2014


segunda-feira, 27 de janeiro de 2014

Pesquisa pública, publicação privada


Às pesadas prateleiras das bibliotecas universitárias se somam cada vez mais uma enxurrada de publicações especializadas on-line, que oferecem, sem atraso e normalmente de graça, os últimos resultados dos laboratórios de pesquisa.

Richard Monvoisin
"Publicar ou apodrecer”: a sentença do zoologista Harold J. Coolidge1 resume a vida de um pesquisador. Pouco importa, para seu prestígio acadêmico, que seu modo de ensinar seja brilhante, seus estudos sejam bem fundamentados ou que ele seja gentil com os colegas: a avaliação do trabalho de pesquisa repousa de forma definitiva apenas na soma e na qualidade dos artigos publicados nas revistas científicas. A exposição ordenada dos resultados, passando pela humilhação da releitura por especialistas no assunto – o que chamamos normalmente de releitura dos pares, ou peer-review–, é a chave para isso.
As publicações são especializadas de acordo com a área de pesquisa. Assim, um especialista em história moderna da França tem à escolha uma dezena de revistas nacionais, e cerca de uma centena de periódicos acolhem os trabalhos de pesquisa feitos em física. Para escolher em que porta bater é preciso adaptar as pretensões, levando em conta o fator do impacto da revista, quer dizer, seu valor no mercado do saber. Esse valor é fundado não na audiência, mas no número médio de citações dos artigos da dita revista em outros artigos científicos.2 É conveniente acertar o alvo: muito baixo (uma revista pouco conhecida), e o artigo não será apreciado de acordo com seu valor, independentemente de sua qualidade; muito alto (as melhores publicações), e ele pode ser bloqueado durante meses pelos avaliadores, para no final ser recusado. Por ser feroz a concorrência entre as equipes de pesquisa, corre-se, então, o risco de ser ultrapassado na linha de chegada.
Além de o autor do artigo não ser pago, seu laboratório deve, frequentemente, participar nos gastos de secretaria ou impressão. Em troca, ele recebe capital simbólico (reconhecimento, prestígio): o direito de indicar o título do artigo – envolto na aura de seu fator de impacto – em seu curriculum vitae. Os leitores-avaliadores do artigo, por sua vez, são cientistas anônimos solicitados pela revista; eles também são remunerados apenas em capital simbólico. Quando um pesquisador submete um texto numa área muito específica, seus juízes às vezes participam da mesma corrida. Claro, a honestidade e a boa-fé predominam e, em caso de conflito de interesses patente, é possível recusar antecipadamente um avaliador concorrente. Mas as disputas por influência e os conluios são inevitáveis. A pesquisa moderna se transforma, então, em uma arena percorrida por centenas de hamsters na qual, como nos clássicos videogames, se multiplicam poças de óleo, cascas de banana e rasteiras.
Essa mecânica não cooperativa parece hoje “sem fôlego”3 e pesa na qualidade de produção do conhecimento. As grandes revistas estão congestionadas; resultados não acabados, de interesse medíocre, são por vezes publicados de maneira precipitada; os resultados negativos – quer dizer, sem conclusão –, que no entanto são muito úteis, nunca são publicados.4
E o sistema de releitura pelos pares está longe de garantir a honestidade de todas as publicações. Resultados fraudulentos, maquiados para melhor seduzir, às vezes até completamente forjados, superam regularmente esse filtro. Podemos citar os casos de Jan Hendrik Schön, físico alemão dos laboratórios Bell desmascarado em 2001; de Hwang Woo-suk, biólogo sul-coreano descoberto em 2005; ou do psicólogo Diederik Stapel, que se demitiu em 2011. Depois de ter estudado os 17 milhões de publicações científicas, de 1950 a 2007, referenciadas pela base de dados Medline, os pesquisadores Murat Çokol, Fatih Ozbay e Raul Rodriguez-Esteban observaram que a porcentagem de retratações de artigos pelas revistas “tem aumentado” significativamente desde os primeiros escândalos científicos, nos anos 1970. Esses casos tinham conduzido à instalação do Office of Research Integrity (ORI), escritório norte-americano pela integridade na pesquisa.5
A avaliação dos pesquisadores é comprometida: a busca por citações engendra uma forma de tráfico de influências, levando, por exemplo, à citação de amigos. Encontram-se igualmente artigos assinados por dezenas de nomes: os dos jovens pesquisadores que realizaram o essencial do trabalho e os dos diretores de laboratório, claramente menos implicados – revelando um procedimento que pode ser legítimo no caso de trabalhos fundadores que tenham efetivamente contado com um grande número de participantes. Impõe-se, assim, o que o sociólogo Robert K. Merton chamava de “efeito Mateus” (São Mateus: “Porque, àquele que tem, se dará e terá em abundância; mas, àquele que não tem, até aquilo que tem lhe será tirado”), um encadeamento de mecanismos pelos quais os mais favorecidos, no caso os mais citados, tendem a ganhar vantagem sobre os outros, que irão encher as colunas das revistas medíocres e pouco lidas.
Esse sistema se revela, além do mais, muito dispendioso para a comunidade científica. O contribuinte financia uma pesquisa que o cientista publicará – muitas vezes à sua custa – em uma revista endossada por uma empresa privada, que outros pesquisadores deverão avaliar gratuitamente e que as universidades deverão, em seguida, comprar a preço de ouro. É possível dizer, com efeito, que a literatura científica custa caro. A metade do orçamento de funcionamento das bibliotecas universitárias vai embora nas assinaturas, o que prejudica imediatamente os estabelecimentos menos ricos e tem repercussões sobre astaxas de matrícula dos estudantes.6

Ascensão da Elsevier
Uma editora, a Elsevier, cresce em poder e chama a atenção. Sua história começa nos anos 1580, em Louvain, na Bélgica. Um certo Lodewiejk Elzevir (1542-1617), tipógrafo, fundou uma empresa de publicação e difusão de livros, em particular de clássicos latinos. A empresa familiar subsistiu com dificuldade por algumas décadas, depois desapareceu com o último de seus representantes, em 1712. Em 1880, em Amsterdã, nasceu a Elsevier, em homenagem a essa antiga editora. Em pouco mais de um século, ela tomou conta de uma grande parte da publicação científica no mundo. Em 1993, a fusão das empresas Reed International e Elsevier PLC criou a Reed-Elsevier, segundo maior conglomerado de edição mundial, atrás da Pearson.7 Agora proprietária da revista Cell, doLancete de coleções de livros como Gray’s anatomy, a Elsevier publica 240 mil artigos por ano em cerca de 1.250 revistas. Seus lucros se aproximaram de 1 bilhão de euros em 2011.8 Para algumas bibliotecas, a assinatura anual dos jornais da editora representa cerca de US$ 40 mil. Para os 127 estabelecimentos franceses onde as compras de assinaturas eletrônicas são gerenciadas pela Agência Bibliográfica do Ensino Superior, as publicações Elsevier custaram 13,6 milhões de euros em 2010.
Até agora, nos Estados Unidos, os Institutos Nacionais de Saúde tinham o costume de exigir dos pesquisadores que colocassem em acesso livre o resultado dos trabalhos financiados pelo contribuinte. Quando, em dezembro de 2011, foi apresentado ao Congresso um projeto de lei proibindo esse procedimento, muitos cientistas se revoltaram. Em 21 de janeiro de 2012, o matemático Timothy Gowers, ganhador da medalha Fields em 1998, anunciou que boicotaria a partir de então a Elsevier. Depois de um artigo noGuardian, em Londres, e depois no New York Times,9 ele foi acompanhado por outros 34 matemáticos. Logo foi lançada uma petição intitulada “The cost of knowledge” (“O custo do conhecimento”), assinada por mais de 10 mil pesquisadores acadêmicos. A Universidade Paris 6, que gasta mais de 1 milhão de euros por ano com essas assinaturas, entrou no boicote.
As bibliotecas, de mãos atadas, podem apenas apoiar o boicote; por exemplo, o conselho de administração da Universidade Harvard, que conta todo ano com US$ 3,75 milhões para comprar revistas, encorajou seus 2,1 mil professores e pesquisadores a colocar suas pesquisas à disposição on-line.10 “Espero que outras universidades façam a mesma coisa”, declarou Robert Darnton, diretor da biblioteca.11 “Estamos todos confrontados com o mesmo paradoxo. Fazemos as pesquisas, escrevemos os artigos, trabalhamos no referenciamento dos artigos de outros pesquisadores, tudo de graça... Em seguida, compramos o resultado do nosso trabalho por um preço escandaloso.”
Já existem algumas soluções, em particular na área da publicação livre e aberta (com os sites PLoS, HAL, arXiv...). A longo prazo, a comunidade dos pesquisadores não terá outra escolha a não ser desenvolver melhor essas soluções a fim de burlar o sistema.


1 Harold Jefferson Coolidge, Archibald Cary Coolidge: life and letters, 1932.
2 Deve-se o fator de impacto a Eugène Garfield, fundador do Institute for Scientific Information, cujo primeiro Science Index data de 1963.
3 Laurent Ségalat, La science à bout de souffle? [A ciência sem fôlego?], Seuil, Paris, 2009.
4 Brian Martinson, Melissa Anderson e Raymond de Vries, “Scientists behaving badly” [Cientistas se comportando mal], Nature, Londres, n.435, 9 jun. 2005.
5 Murat Çokol, Fatih Ozbay e Raul Rodriguez-Esteban, “Retraction rates are on the rise” [Taxas de retração estão em ascensão], EMBO Reports, 2008.
6 Ler Isabelle Bruno, “Pourquoi les droits d’inscription universitaires s’envolent partout” [Por que as taxas de matrícula universitárias aumentam em todos os lugares], Le Monde Diplomatique, set. 2012.
7 Livres Hebdo, Paris, 22 jun. 2012.
8 Reed-Elsevier, Annual reports and financial statements 2011. Disponível em: <
www.elsevier.com/about/annual-reports>.
9 “Scientists sign petition to boycott academic publisher Elsevier” [Cientistas assinam petição para boicotar a editora acadêmica Elsevier], The Guardian, Londres, 2 fev. 2012; “Mathematicians organize boycott of a publisher” [Matemáticos organizam boicote a editora], The New York Times, 13 fev. 2012.
10 Faculty Advisory Council Memorandum on Journal Pricing, “Major periodical subscriptions cannot be sustained” [Principais assinaturas não podem ser sustentadas], 16 abr. 2012.
Disponível em: <http://www.harvard.edu/>.
11 Ler Robert Darnton, “La bibliothèque universelle, de Voltaire à Google” [A biblioteca universal, de Voltaire ao Google], Le Monde Diplomatique, mar. 2009.

Richard Monvoisin – Pesquisador e membro do Coletivo de Pesquisa Transdiciplinar Espiríto Crítico e Ciências (Cortecs), em Grenoble – 07.01.2013
IN Le Monde Diplomatique Brasil – http://diplomatique.org.br/artigo.php?id=1342



sábado, 25 de janeiro de 2014

Brasil foi quem mais reduziu desigualdade entre Brics


OS BRICS SÃO O GRUPO DE PAÍSES EMERGENTES MELHOR POSICIONADOS NA ECONOMIA MUNDIAL.

ADITAL
Entre as cinco maiores economias emergentes, o Brasil foi a que mais diminuiu a desigualdade socioeconômica nas últimas duas décadas. A conclusão consta de estudo comparativo, feito no ano passado [2012] com base em dados secundários (de organismos multilaterais internacionais como as Nações Unidas e o Banco Mundial) e publicado pelo Observatório das Desigualdades da Universidade de Lisboa.
Segundo a autora do estudo, Maria Silvério (mestranda em antropologia na área de migrações, globalização e multiculturalismo no Instituto Universitário de Lisboa), o Brasil é, entre os países do Brics (grupo formado pelo Brasil, a Rússia, Índia, China e África do Sul), o único que "conseguiu diminuir consideravelmente a desigualdade de renda nos últimos 20 anos, saindo de um [coeficiente de] Gini de 0,61 em 1990 para 0,54 em 2009”. No índice (um dos mais usados para comparações socioeconômicas entre países), criado pelo estatístico italiano Corrado Gini, zero representa a igualdade total de renda.
Em intervalos de tempo nas duas últimas décadas, Maria Silvério observou que os demais países tiveram concentração de renda.
"A África do Sul obteve um crescimento acentuado no Gini, que passou de 0,58 em 2000 para 0,67 em 2006 (...) A Rússia apresentou grandes oscilações no Gini, que foi de 0,24 em 1988 para 0,46 em 1996. Em 2002, o índice caiu para 0,36 e voltou a subir em 2008 para 0,42 (…) A China e a Índia apresentaram em 2005 um coeficiente de Gini de 0,42 e 0,37, respectivamente”, mostra o trabalho.
Os dados revelam que apesar da melhoria, o Brasil ainda é o segundo maior em desigualdade entre as grandes economias emergentes - só não é pior que a África do Sul que, até meados da década de 1990, vivia sob o apartheid (regime político e econômico de segregação racial). "O que chama a atenção no Brics é que o Brasil tem pessoas tão pobres quanto as mais pobres do mundo e tão ricas quanto as mais ricas”, explicou a pesquisadora à Agência Brasil.
Na opinião de Maria Silvério, a diminuição da desigualdade e o consequente aumento da classe média podem favorecer o crescimento da economia brasileira. "Normalmente, o que mais faz um país crescer é a classe média, que consome muito. Por ser classe média, tem expectativa de crescer mais ainda – o que fomenta a economia com maior circulação de bens e a compra de automóveis e imóveis”; avalia.
Além do coeficiente de Gini, Maria Silvério comparou a situação de homens e mulheres, a escolaridade e o acesso à saúde no Brics. À exceção da África do Sul, aumentou a expectativa de vida e diminuiu a mortalidade infantil entre as economias emergentes nos últimos 20 anos. O Brasil apresentou o maior crescimento da expectativa de vida (7,2 anos) e tem, juntamente com a China, a população com idade mais longeva (73,5 anos), em média.
A Rússia tem os melhores indicadores de mortalidade infantil e de escolaridade. No ex-país socialista, a mortalidade caiu de 27 mortes de crianças (até 5 anos) para cada mil nascidos (em 1990) para 12 óbitos na mesma proporção (em 2009). O Brasil teve a queda mais acentuada: de 56 para 21 mortes para cada mil nascidos e está à frente da Índia e da África do Sul (66 mortes).
Sobre a escolaridade média dos adultos, o Brasil (com 7,2 anos) apresenta pior indicador do que a Rússia (9,8 anos), a África do Sul (8,5 anos) e a China (7,5 anos) – superando apenas a Índia (4,4 anos). A escolaridade entre os emergentes é mais baixa que nos Estados Unidos (12,4 anos), na Alemanha (12,2), no Japão (11,6) e na França (10,6).
No Brics, o Brasil é o país com a maior proporção de mulheres com o ensino médio completo Para cada grupo de mil homens com essa escolaridade havia (em 2010) 1.054 mulheres com o mesmo tempo de escola.
Na China, há a maior proporção de mulheres no mercado de trabalho. Para cada função de homem empregado, havia 0,805 função de mulheres (dado de 2009). No Brasil, a proporção é uma função de homem para cada 0,734 de mulheres empregadas.


ADITAL – 05.02.2013
IN Agência de Informação Frei Tito para a América Latina/ADITAL – http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=PT&cod=73497



Programas sociais brasileiros servirão como 
modelo para ONU e Banco Mundial


Acordo firmado adiciona "Brasil sem miséria", de Dilma Rousseff, como referência de iniciativa para redução da pobreza.

 Opera Mundi
O Banco Mundial, o Pnud (Programa das Nações Unidas para Desenvolvimento) e o governo brasileiro firmaram nesta terça-feira (05/03) um acordo pelo qual programas sociais que tiraram 40 milhões de brasileiros da pobreza farão parte da “Iniciativa de Conhecimento e Inovação para a Redução da Pobreza” e serão recomendados como referência a outros países emergentes.

Para o presidente do Banco Mundial, Jim Yong Kim, o Brasil “descobriu o ‘Santo Graal’ da inclusão social” e “dá lições de solidariedade com seus programas sociais”, que integraram a distribuição de renda com promoção de empregos e melhoras na saúde, educação e infraestrutura.

O sul-coreano afirma que o país é a prova de que o crescimento econômico “é importante”, mas mais ainda quando é acompanhado de ascensão social, considerada “crucial” para impedir a instabilidade e fazer com que um melhor desempenho econômico beneficie toda a sociedade – em especial, os mais pobres.

Segundo o acordo, a experiência brasileira será reconhecida em um banco de dados que o Banco Mundial e o Pnud divulgarão aos países como um “modelo a se imitar” e que terá assessoria técnica do governo brasileiro.

Em coletiva de imprensa, Kim destacou também a desaceleração da economia do Brasil em 2012, cujo crescimento foi de 0,9%. Ainda assim, afirma que isso “teve mais a ver com aspectos externos que internos". "Pensamos que haverá uma recuperação para este ano”, afirmou o presidente, que concorda com a estimativa de que o país crescerá cerca de 3,5% em 2013. “Acreditamos na recuperação e que os investimentos atuais, sobretudo na área de infraestrutura, formarão a base para retomar o crescimento”, acrescentou.

As bases do programa em questão se concentram no plano “Brasil sem miséria”, anunciado pela presidente Dilma Rousseff em 2011. A medida agrupa e amplia diferentes projetos de apoio à população de baixa renda implantados desde 2000, durante os governos Fernando Henrique Cardoso e Luiz Inácio Lula da Silva. O plano abrange assistências na educação, saúde e moradia tanto no centro urbano, quanto no campo.

Kim iniciou sua visita ao Brasil nesta segunda-feira (04/03), na Bahia, e se encontrou em Brasília com o ministro da Fazenda, Guido Mantega, com quem discutiu a possibilidade de cooperar na criação de um novo indicador vinculado a títulos públicos emitidos pelo país. Já o encontro previsto com Dilma foi cancelado por problemas de agenda.




Opera Mundi – 07.03.2013
* Com informações de El País

quinta-feira, 23 de janeiro de 2014

Escândalos bancários, uma história de nunca acabar


Portanto, as corporações já não estão sujeitas a limitações em suas doações para as campanhas eleitorais. (...)
É democrática a proporção entre a liberdade de palavra de 26 multimilionários e de 50 milhões de cidadãos “normais”?

Roberto Savio
Não passa uma semana sem que surja um escândalo relacionado com os bancos. O último foi o do banco britânico Standard Chartered, acusado pelo departamento de finanças do Estado de Nova York de lavagem de US$ 250 bilhões para potencial apoio a atividades terroristas.
Até agora, o Standard Chartered era considerado um dos bancos mais limpos, mas no dia 14 deste mês concordou em pagar uma gigantesca multa de US$ 340 milhões para frear a ação judicial.
Estamos agora entrando em outro nível da série incessante de escândalos bancários, já que começa a afetar diretamente alguns dos mais poderosos financistas do mundo, não apenas seus próprios bancos.
O ex-ministro da Economia da Espanha e ex-diretor gerente do Fundo Monetário Internacional, Rodrigo Rato, foi responsabilizado pela desestabilização do sistema bancário espanhol, foi inquirido em uma audiência parlamentar e se sucedem os apelos públicos para seu julgamento.
E, algo impensável até há pouco, o escritório do defensor do Povo Europeu (ombudsman) anunciou que iniciará uma investigação sobre a afiliação do presidente do Banco Central Europeu (BCE), Mario Draghi, ao chamado Grupo dos 30, por ser “incompatível com a independência, reputação e integridade do BCE”.
Draghi foi vice-presidente do Goldman Sachs, o maior banco de investimentos do mundo, e o Grupo dos 30 (organização privada de altos funcionários, financistas, executivos de corporações e acadêmicos) é acusado de reunir personalidades influentes para orientar decisões nas áreas de economia, finanças e política internacionais.
Acusações semelhantes foram feitas durante anos contra a Comissão Trilateral, o Grupo Bilderberg e o Fórum Econômico Mundial. A diferença é que o Grupo dos 30 ocupa-se especificamente de finanças.
Por sua vez, a organização não governamental Corporate Europe Observatory, aponta o caso de outro executivo do Goldman Sachs: Mario Monti, primeiro-ministro da Itália, conselheiro internacional desse banco de investimentos entre 2005 e 2011.
Que tudo isto tenha algum resultado, é muito duvidoso. Os laços entre finanças, corporações e política são tão estreitos que apenas uma verdadeira revolução poderia desfazê-los.
O exemplo mais patente do caminho que está sendo seguido vemos nos Estados Unidos, onde o custo da campanha presidencial provavelmente superará a assombrosa quantia de US$ 2 bilhões. Isto se deve em grande parte à decisão de 2010 da Suprema Corte, que estendeu o direito à liberdade de expressão das pessoas às empresas.
Portanto, as corporações já não estão sujeitas a limitações em suas doações para as campanhas eleitorais.
O dinheiro procedente de doações secretas aumentou de 1%, em 2006, para 44%, em 2010. Este ano, 26 multimilionários doaram US$ 61 milhões aos Comitês de Ação Política. O valor do patrimônio desses 26 magnatas é igual ao valor conjunto da renda média de 50 milhões de norte-americanos.
É democrática a proporção entre a liberdade de palavra de 26 multimilionários e de 50 milhões de cidadãos “normais”?
Está bastante claro que o candidato republicano Mitt Romney, que junto com seu companheiro de chapa, Paul Ryan, ocupa a direita do cenário político norte-americano, dispõe de mais fundos para sua campanha do que seu adversário, o presidente Barack Obama, graças às contribuições das corporações e em especial dos bancos.
Aparentemente, algumas pessoas começam a se dar conta da gravidade da situação e de sua insustentabilidade.
Causou grande surpresa Sanford Weill (banqueiro, financista e filantropo norte-americano) declarar publicamente que “o que provavelmente deveríamos fazer seria separa os bancos de investimento dos bancos de depósito. Os bancos não devem fazer operações que coloquem em risco o dinheiro dos contribuintes, nem deve haver bancos que sejam grandes demais para quebrar”.
Weill, ex-presidente do Citrigroup, manteve durante anos em seu escritório uma placa onde se lia “O destruidor de Glass-Steagall”. A lei Glass-Steagall, aprovada pelo parlamento norte-americano em 1933 após a grande Depressão de 1929, estabeleceu uma rígida separação entre os bancos de depósito (comerciais) e os bancos de investimentos.
Dessa forma se protegeu o dinheiro dos clientes dos bancos comerciais, já que a lei determinava que não podia voltar a ser utilizado para atividades especulativas, que ficaram reservadas para os bancos de investimentos, por sua conta e risco.
A lei Glass-Steagall foi revogada pelo presidente Bill Clinton em 1999 para agradar Wall Street.
Desde então, John S. Reed, o cofundador do Citigroup, pediu perdão por ter criado este gigante devastador que, para impedir sua quebra, teve que ser socorrido por milhares de milhões de dólares de empréstimos governamentais, isto é, dinheiro dos contribuintes.
Outros dois ex-diretores executivos de bancos de investimentos, Philip Purcell, do Morgan Stanley, e David Romansky, do Merrill Lynch, que tiveram papéis de destaque na revogação da lei Glass-Steagall, expressaram semelhante arrependimento.
É uma pena que Weill e seus amigos já não estejam no poder.
Até uma módica medida, com um imposto simbólico sobre as transações financeiras, chamada Taxa Tobin, é rechaçada pelo mundo das finanças, embora tenha o apoio de personalidades tão respeitáveis como a chanceler alemã, Angela Merkel. o ex-presidente francês, Nicolas Sarkozy, e seu sucessor, François Hollande.


Roberto Savio – Fundador e presidente emérito da agência de notícias IPS (Inter Press Service) e editor do Other News – 28.08.2012
IN “Envolverde/IPS” –  http://envolverde.com.br/economia/escandalos-bancarios-uma-historia-de-nunca-acabar/

segunda-feira, 20 de janeiro de 2014

Impostômetro e sonegômetro


Associações, entidades e profissionais que se preocupam com a questão republicana e com a obrigação que todos os setores e classes sociais têm para contribuir com a manutenção de nossa possibilidade de bem desenvolver políticas públicas para a maioria da população. Em termos bem objetivos, isso implica em aceitar a vigência de um pacto social envolvendo política tributária e capacidade arrecadadora do Estado. Além disso, propõe-se que tal modelo se articule ao tão necessário aperfeiçoamento da gestão pública, ao seu dever de realizar a despesa de forma eficiente e com qualidade. E então nasce um importante contraponto aos liberais de fachada da Associação Comercial: o “sonegômetro”.

Paulo Kliass
Os pedestres que costumam caminhar pela região central da capital paulista já se habituaram à cena. No início do Viaduto do Chá, no Vale do Anhangabaú, foi instalado um grande painel, que pretende exibir a atualização instantânea dos valores relativos ao pagamento de impostos em nosso País. Passou a ser conhecido como o Impostômetro. Foi uma bela jogada de marketing político, na tentativa de se apropriar do conhecido descontentamento da população em pagar tributos, ainda mais tendo em vista a péssima qualidade dos serviços públicos oferecidos como contrapartida pela máquina do Estado.
A iniciativa do movimento coube à Associação Comercial de São Paulo, uma entidade representativa dos setores mais conservadores do empresariado paulista. Ali sempre estiveram as origens políticas do movimento conhecido como “malufismo”, girando em torno da órbita do ex-governador Paulo Salim Maluf. O dirigente político que terminou ficando mais identificado com a entidade é Guilherme Afif Domingos. Sua carreira teve início como Secretário de Agricultura do Estado de São Paulo, em 1980, ainda quando Maluf ocupava o cargo de governador biônico, indicado pelos militares, na época da ditadura. 
Sua figura começou a crescer de importância no jogo das elites e foi saltitando, de galho em galho, pelas diferentes agremiações partidárias: ARENA, PDS, PL, PFL, DEM e, agora mais recentemente, o PSD de Kassab.


Afif: do malufismo a Ministro da Dilma
Nas eleições de 2010, Afif fez parte da coligação com o partido dos tucanos, ocupando o cargo de vice-governador de São Paulo, o primeiro na linha de sucessão de Geraldo Alckmim. Em maio último, ao final, ele foi nomeado ministro da equipe de Dilma Roussef, ocupando a pasta da Secretaria Nacional da Micro e Pequena Empresa. Era o ato definitivo de celebração do ingresso oficial do partido - recém criado como um racha do Democratas - na base de sustentação do governo do PT. Uma acomodação política que criou um constrangimento considerável no arranjo da política paulista, talvez comparável ao “abraço amigo” de Maluf em Haddad, às vésperas das eleições para a prefeitura da Capital em 2012.
Fiel às suas origens, Afif é líder daqueles que bradam raivosamente contra a presença do Estado na economia, contra o suposto excesso de tributos, contra qualquer medida governamental que vá contra os alicerces de um liberalismo idealizado. Porém, bem de acordo com as tradições do empresariado tupiniquim, eles gritam contra o poder público na hora de pagar tributos, mas adoram mamar nas tetas do Estado quando se trata elevar seus ganhos privados. Benesses públicas são sempre muito bem vindas, desde que a coleta de recursos para o fisco seja efetuada em cima de outrem.
Esse é um pouco o retrato do ambiente em que foi criado o “impostômetro”. Gente que se recusa a contribuir com a sua cota para manter a nossa república, em que sejam assegurados direitos básicos à maioria da população, tais como saúde, educação, previdência social e tantos outros. Não! A estratégia é promover um linchamento em praça pública desse “vilão”, representado pelo Estado. Somam-se os tributos pagos nas esferas municipal, estadual e federal. Pouco importa se não existe serviço público sem arrecadação de impostos. O essencial é que “eu não pague”! 
Ao invés de promover uma discussão a respeito da qualidade do gasto e das prioridades a serem estabelecidas, a saída demagógica e oportunista fica sendo a denúncia vazia da “alta carga tributária”. Os números realmente impactam: o total de impostos recolhidos teia atingido a cifra de R$ 1,6 trilhão no ano passado. Ocorre que não há meios para se montar um Estado em condições de prestar bons serviços públicos sem a correspondente arrecadação. Daí para articular pressões que acabem com a CPMF, por exemplo, como fizeram em 2007, é apenas um pulo. A saúde perdeu R$ 40 bilhões de uma tacada só!

A grita contra o imposto e a sonegação
Ora, tal postura reflete, na verdade, o efetivo comportamento de parcela significativa das elites em um País ainda tão marcado pela desigualdade social e econômica. Trata-se da falta de compromisso e de engajamento em um projeto de Nação que seja inclusivo, democrático e sustentável. E isso se combina ao espírito da impunidade e ao traço cultural do nosso conhecido “jeitinho”. O resultado é a tendência explícita à prática da ilegalidade no ramo empresarial que graceja por todos os cantos, estratos e setores da sociedade. Isso vai desde a contratação de força de trabalho em condições análogas à escravidão até a sonegação de tributos. Ou seja, é o império do vale-tudo para aumentar a rentabilidade e o lucro.
Com isso, ganham expressão também os movimentos que caminham no sentido oposto. Associações, entidades e profissionais que se preocupam com a questão republicana e com a obrigação que todos os setores e classes sociais têm para contribuir com a manutenção de nossa possibilidade de bem desenvolver políticas públicas para a maioria da população. Em termos bem objetivos, isso implica em aceitar a vigência de um pacto social envolvendo política tributária e capacidade arrecadadora do Estado. Além disso, propõe-se que tal modelo se articule ao tão necessário aperfeiçoamento da gestão pública, ao seu dever de realizar a despesa de forma eficiente e com qualidade. E então nasce um importante contraponto aos liberais de fachada da Associação Comercial: o “sonegômetro”.
A iniciativa foi protagonizada pelo Sindicato Nacional dos Procuradores da Fazenda Nacional e vem sendo encampada por outros setores da sociedade, que se identificam com a proposta de denunciar o elevado índice de sonegação fiscal em nossas terras. A metodologia adotada foi desenvolvida a partir de estudos e pesquisas envolvendo a questão tributária em nosso País e a experiência comparada no plano internacional. A grande contribuição trazida pelo movimento foi trazer à tona aquilo que todos estamos acostumados a vivenciar em nosso cotidiano de cidadãos brasileiros. As típicas situações como “com ou sem nota?”, “precisa de recibo?”, “quanto fica sem declaração?”, “só contrato sem carteira assinada!”, “será que ele me quebra esse galho?”, “você é que é trouxa de pagar imposto!”, “fulaninho tem um esquema que é dez!”, entre tantas outras modalidades da pequena sonegação. Isso para não falar das grandes jogadas das grandes corporações e do financismo, envolvendo a lavagem de elevadas somas de recursos, as operações enormes de remessa ilegal de recursos para contas nos chamados “paraísos fiscais”, o contrabando explícito corrente em parte das operações de comércio exterior, a indústria e comércio ilegal das armas e das drogas, entre outros.

Tributação progressiva e eficiência no gasto
Além disso, é importante registrar a característica marcante da regressividade de nossa estrutura tributária. Isso significa que a população dos estratos de renda mais baixa - os que vivem de seu salário ou de aposentadoria - terminam por pagar proporcionalmente mais impostos do que as camadas da parte de cima da pirâmide. Tal fato deriva da maior concentração da tributação sobre o consumo de bens e serviços e não sobre a renda, o patrimônio e o capital. Da carga total arrecadada, 75% do valor dos impostos incidem sobre no ato do consumo ou sofrem desconto na fonte de salários. 
Dessa forma, as empresas e os mais ricos contam com o importante instrumento para reduzir sua contribuição ao fisco. Lançam mão do chamado “planejamento tributário” – eufemismo para buscar de forma racional e legal mecanismos para pagarem menos impostos. Para tanto “basta” contratar profissionais bem remunerados, que então se incumbem de tarefa tão especializada.
O “sonegômetro” aponta para uma sonegação estimada em 24% do total da arrecadação. Isso corresponde a um valor próximo de 10% do PIB. Se utilizarmos as informações relativas a 2012, a soma do valor sonegado alcançaria R$ 415 bilhões. Trata-se de valor que não pode ser desprezado e que relativiza um pouco o susto inicial provocado pela divulgação de nossa carga tributária - 36% do PIB.
Um dos pontos a reter, assim, é que o problema não é tanto de suposto excesso de tributos, pois quase 1/4 do que seria devido pelos contribuintes não é pago. A divulgação da carga sonegada coloca em questão a dimensão da carga arrecadada e abre o caminho para discutir o modelo atual de tributação. Por exemplo, fica evidente que o caráter regressivo de nossos impostos acaba provocando uma profunda injustiça social quanto aos setores tributados. Finalmente, esse debate também introduz uma reflexão a respeito da necessidade de se aperfeiçoar a qualidade do gasto e dos serviços prestados pelo Estado.

Paulo Kliass – 03.10.2013




Pesquisa mostra que Leão brasileiro é banguela
  
SEGUNDO A TAX JUSTICE NETWORK, O BRASIL PERDE 13,4% DE SEU PIB POR CAUSA DO ENVIO CLANDESTINO DE RECURSOS PARA O EXTERIOR, FUGINDO À TAXAÇÃO DOMÉSTICA.  NOS EUA,  2,3% DOS TRIBUTOS FOGEM DO PAÍS. NA CHINA, 2,2%.
ESSE DESCALABRO MERECERIA UMA CAMPANHA NAS GRANDES MÍDIAS.

Miguel do Rosário
A organização Tax Justice Network está começando a virar um pé-no-saco dos sonegadores brasileiros.
Primeiro, causou um frisson no mundo ao revelar um ranking internacional com os países que detêm as maiores fortunas em paraísos fiscais. O Brasil estaria em quarto lugar, com seus super-ricos guardando no exterior, ilegalmente, cerca de R$ 1 trilhão.
Agora, ela volta a incomodar, dizendo que ocupamos o segundo lugar no planeta em evasão de tributos, apenas depois da Rússia. Só a Folha deu a notícia, no pé de página do Caderno Mercado.


Segundo a Tax Justice Network, o Brasil perde 13,4% de seu PIB por causa do envio clandestino de recursos para o exterior, fugindo à taxação doméstica.  Nos EUA,  2,3% dos tributos fogem do país. Na China, 2,2%.
Esse descalabro mereceria uma campanha nas grandes mídias, até porque a sonegação dos ricos e poderosos acaba obrigando o governo a aumentar os impostos sobre a classe média.
Entretanto, seria injusto culpar apenas o empresariado. O governo tem de oferecer sistemas mais simples e justos na cobrança de tributos.
De qualquer forma, não tem como deixar de pensar na sonegação da Globo, revelada por este blog. A sonegação, agora está provado, é o maior ralo de recursos públicos do país, muito mais inclusive do que a corrupção. Segundo o sindicato nacional dos auditores fiscais, mais de R$ 400 bilhões são sonegados todos os anos.
Esses são os recursos que nos faltam para aprimorar o sistema de saúde e educação. Tem muitos Darfs a serem mostrados por aí…

PESADELO FISCAL: Brasil é “medalha de prata” em evasão de tributos
Ricardo Mioto
Esta é para quem reclama da falta de inovação no Brasil: no campo da sonegação, poucos países desenvolveram “expertise” tão sofisticado.
Entre as economias mais importantes, perdemos apenas para a Rússia. A medalha de bronze vai para a Itália.
O ranking foi elaborado a partir de estatísticas do Banco Mundial pelo grupo internacional Tax Justice Network, com base em dados de 2011.
A conta é simples: a partir do PIB e das alíquotas tributárias estabelecidas, estima-se quanto deveria ser arrecadado. A partir disso, é possível saber o tamanho da evasão fiscal em cada país. No Brasil, o valor encontrado corresponde a 13,4% do PIB.
É fato que em países em desenvolvimento há muita atividade informal. Mas como explicar que o Brasil tenha um desempenho tão pior do que México e Argentina (evasão de 2,4% e 6,5% do PIB)?
Para compreender isso, é preciso vencer a imagem de que a evasão brasileira se refere somente ao camelô ou ao contrabandista que busca muamba no Paraguai. Muitas empresas grandes não pagam os impostos que deveriam.
No ano passado, por exemplo, a Receita anunciou um plano de cobrança de R$ 86 bilhões em tributos vencidos. Metade do total se referia a 317 grandes empresas, com dívida média de R$ 135 milhões.
Os R$ 86 bilhões são pouco menos do que o orçamento anual do Ministério da Saúde e mais de quatro vezes o gasto com o Bolsa Família.
Neste ano, o governo planeja dar condições especiais de pagamento de dívidas de multinacionais brasileiras que somam nada menos que R$ 680 bilhões –sete vez o orçamento da Saúde. Caso paguem seus débitos, terão perdão sobre multas e juros.
Divergências sobre o plano fizeram o subsecretário de Fiscalização da Receita, Caio Marcos Cândido, deixar o cargo. Em 2009, a secretária da Receita Lina Vieira foi demitida após autuações bilionárias contra Ford e Santander.
CAUSAS
Já nos anos 1970, o economista Michael Allingham, de Oxford, mostrou a forte correlação negativa entre a evasão e dois fatores: a probabilidade de a empresa ser fiscalizada e a magnitude da pena se for pega.
Quanto maior forem esses dois fatores, menor a evasão.
No caso brasileiro, desde 2003 a punibilidade dos crimes contra a ordem tributária passou a ser extinta caso o acusado, a qualquer momento, pague o seu débito.
Embora a lei preveja até cinco anos de reclusão para tais crimes, o réu pode escapar. A pendência pode ainda ser parcelada no âmbito do Refis, programa para facilitar o pagamento de dívidas tributárias criado em 2000 e reeditado várias vezes –e aberto agora à adesão.
No curto prazo, isso aumenta a arrecadação, mas pode há um risco que a levou a ser questionada, em vão, por membros do Ministério Público Federal em 2003.
“Como explicar a quem pagou os tributos na data aprazada que se concedem benefícios fiscais a quem agiu com dolo?”, defenderam o procurador da República José Adércio Sampaio e três colegas. “É um incentivo à sonegação.”
CULPA
Entre outros fatores que incentivam a sonegação no país, está a complexidade que afeta até mesmo ao empresário bem intencionado.
Os economistas Marcelo Siqueira e Francisco Ramos, das universidades federais do Ceará e de Pernambuco, citam ainda algo bem nacional: o sentimento generalizado de que o governo não aplica direito a arrecadação, reduzindo a culpa do sonegador.


Miguel do Rosário – 11.11.2013