Lucas Martin – “Mi interés es interrogar las respuestas que se
han dado a la herencia de un régimen criminal, y entiendo que la legitimidad de
una democracia post-criminal depende mucho de esa respuesta, que yo llamo lazo
político en lugar de pacto o contrato social porque el término me permite
acercarme mejor a las cuestiones que escapan a la voluntad de los actores, a
los puntos ciegos. Y no me refiero al lazo social, porque es un término con
otra tradición, que muestra una preocupación sociológica que lee en general lo
político como un síntoma o una manifestación epidérmica de un sustrato social.
Desde ese punto de vista, el lazo político que surge tras el crimen interesa
por dos motivos. Por un lado, porque establece la frontera entre democracia y
dictadura y, por otro, porque separa lo humano de lo inhumano.
El lazo político iniciado tras la dictadura y sustentado en la idea de derechos humanos es también un lazo de humanidad, que liga la política con lo humano. Ahora bien, como la carga del pasado persiste y ese lazo es revisado y revisitado, no puede olvidarse la importancia de lo que allí se enlaza o se liga. Hoy es un momento que necesita de mucho debate y reflexión al respecto, pues la frontera democracia/dictadura ha sido traída para dar sentido a la conflictividad política y el sentido de lo humano ha quedado en manos de esas disputas diarias o se lo libra a un sistema judicial semi-público que lo judicializa bajo la categoría de la lesa humanidad. En este contexto, la promesa de una cultura de los derechos humanos inaugurada en 1983 es todo una incógnita (algunos incluso hablan de fracaso)”.
El lazo político iniciado tras la dictadura y sustentado en la idea de derechos humanos es también un lazo de humanidad, que liga la política con lo humano. Ahora bien, como la carga del pasado persiste y ese lazo es revisado y revisitado, no puede olvidarse la importancia de lo que allí se enlaza o se liga. Hoy es un momento que necesita de mucho debate y reflexión al respecto, pues la frontera democracia/dictadura ha sido traída para dar sentido a la conflictividad política y el sentido de lo humano ha quedado en manos de esas disputas diarias o se lo libra a un sistema judicial semi-público que lo judicializa bajo la categoría de la lesa humanidad. En este contexto, la promesa de una cultura de los derechos humanos inaugurada en 1983 es todo una incógnita (algunos incluso hablan de fracaso)”.
Pablo E. Chacón
En Pensar la política hoy.
Treinta años de democracia, el politólogo Lucas Martín considera una serie
de tópicos que han ido tomando (o perdiendo) fuerza y capacidad analítica a
medida que se sucedieron los treinta años continuos de democracia en la
Argentina, centrándose en conceptos clásicos –populismo, representación,
derechos humanos- y ampliando otros, más nuevos, que han revitalizado el
interés por la práctica política, la participación y las transformaciones de
las que son objeto. El libro, publicado por la editorial Biblos, también reúne trabajos de otros cientistas
sociales: Isidoro Cheresky, Osvaldo Iazzetta, Francisco Naishtat y Hugo
Quiroga, entre otros.
Martín es licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y maestro en Sociología del Poder y doctor en Ciencias Políticas y Jurídicas por la Universidad de París VII. Es profesor de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Mar del Plata y autor de Lesa humanidad. Argentina y Sudáfrica: reflexiones después del mal, publicado por la editorial Katz.
Martín es licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y maestro en Sociología del Poder y doctor en Ciencias Políticas y Jurídicas por la Universidad de París VII. Es profesor de Ciencia Política en la Universidad Nacional de Mar del Plata y autor de Lesa humanidad. Argentina y Sudáfrica: reflexiones después del mal, publicado por la editorial Katz.
(…)
Para
ler a entrevista, acesse http://www.telam.com.ar/movil/notas/201502/95454-la-mutacion-de-la-democracia-representativa.html
Pablo E. Chacon – 18.02. 2015
Lucas Martin – Professor de Ciência
Política na Universidade Nacional de Mar del Plata.
IN Telam – Agencia Nacional de Notícias.